Paciencia.

Que palabra tan compleja, muchas veces me atormenta y luego llego a la Paciencia, para volver nuevamente a la Tormenta y sigo así, tratando de aprender cada día un poco más de ella, ya que en este caminar de la vida sufrimos pruebas muy diversas, algunas que parecen muy grandes y otras de poco relieve, y que en ambas el Alma debe salir fortalecida, con la ayuda de la Amada Presencia. Estas contradicciones vienen a veces de fuera, con ataques directos de quienes no comprenden lo que el Señor nos quiere decir, en otras ocasiones, surgirán de las limitaciones propias de nosotros, los humanos, que no nos permitimos alcanzar un objetivo, si no es a base de un empeño continuado, de mucho sacrificio y tiempo... Pueden venir dificultades de todo tipo, económicas, familiares, de enfermedades, cansancio, desaliento... La Paciencia hay que trabajarla para perseverar, para estar alegres por encima de cualquier obstáculo. Esto será posible solo si estamos dispuestos a tener la mirada puesta en los de arriba, quienes nos alientan a seguir adelante, estoy segura que la Victoria está de mi parte.