Aprendiendo el Desapego.
Que difícil desapegarse a todo lo mundano, que difícil renunciar al apego de ello, sin embargo vale la pena intentarlo y dejarnos llevar tan solo por la luz interna de nuestro yo, que no es renunciar a nuestros deseos sino que renunciar a los resultados, confiar en ellos y aceptarlos.
Aceptar los resultados y darnos cuenta que cada problema que se nos presenta en la vida es una oportunidad para nuestro beneficio, es aprender y confiar ciegamente en nosotros mismos. El apego a las personas, al dinero, al trabajo tan solo nos lleva a la tristeza, desesperación y angustia.
Por más grande que sea el problema que tengas, de cualquier índole, y te lo cuestionas a cada instante y lo das vuelta una y otra vez, comprenderás que por más que te lo cuestionaste llegarás al resultado que debes tener para tu propia existencia.
He querido escribir algo del desapego recordando a mi padre que un 19 de Agosto pasó a mejor vida, él jamás pasó una noche sin dormir, por más grande que fuera su problema, jamás olvidaré cuando en una oportunidad se lo pregunté y me contestó que durante la noche no lograría resolver ningún problema, que durante la noche lo único que debía hacer era dormir. Hoy he comprendido que tenía razón. En otras palabras, la preocupación la tenía, pero la dejaba libre durante la noche con la confianza que al día siguiente tendría la solución que necesitaba.
Aceptar los resultados y darnos cuenta que cada problema que se nos presenta en la vida es una oportunidad para nuestro beneficio, es aprender y confiar ciegamente en nosotros mismos. El apego a las personas, al dinero, al trabajo tan solo nos lleva a la tristeza, desesperación y angustia.
Por más grande que sea el problema que tengas, de cualquier índole, y te lo cuestionas a cada instante y lo das vuelta una y otra vez, comprenderás que por más que te lo cuestionaste llegarás al resultado que debes tener para tu propia existencia.
He querido escribir algo del desapego recordando a mi padre que un 19 de Agosto pasó a mejor vida, él jamás pasó una noche sin dormir, por más grande que fuera su problema, jamás olvidaré cuando en una oportunidad se lo pregunté y me contestó que durante la noche no lograría resolver ningún problema, que durante la noche lo único que debía hacer era dormir. Hoy he comprendido que tenía razón. En otras palabras, la preocupación la tenía, pero la dejaba libre durante la noche con la confianza que al día siguiente tendría la solución que necesitaba.
1 Comentarios:
Ufff demsiado bueno el post, y claro, lo más dificl de todo siempre es el desapego.
Chau
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