viernes, junio 09, 2006

Vivir?

Hace unos días estuve viendo un programa de TV en el cual un hijo le pedía a su madre que terminara las sesiones de quimioterapia (cáncer mamario), las que ella quería abandonar por sentirse pésimo, con náuseas, sin fuerzas y lo único que ella deseaba era descansar. Fuerte la problemática y me quedé pensando vale la pena vivir en esas condiciones? de estar sin pelo, sin fuerzas, postrada en una cama o silla de ruedas con la autoestima bajísima y depresiva, no sabiendo incluso (a veces) lo que pasa a tu alrededor?. Quedé pegada en el tema y luego de haber vivido la muerte de mi padre que falleció hace 6 años por un cáncer al estómago, en que él decidió no operarse ni hacer ningún tratamiento, sólo aceptó la morfina para calmar su dolor, y vivió 8 meses desde que le descubrieron su enfermedad. Vivió esos 8 meses a concho, disfrutó de su familia, pidió todas las comidas que quiso comer, fumó todo lo que quiso, en otras palabras hizo todo lo que estuvo a su alcance, hasta que sus fuerzas se lo permitieron. Cuando sus fuerzas no le respondieron la cama lo llamó y estuvo 19 días en ella hasta que se durmió. A mi me queda la alegría de comprender que mi padre vivió hasta el último día que pudo hacerlo a sus anchas, a su antojo. Entonces, comprendo que esa madre desea descansar, desea no ser atormentada con tratamientos que "quizás" pueden ser efectivos. Hoy quise escribir mi sentir. En mi caso personal, no sé como reaccionaría, entiendo a ese hijo, pero también entiendo a esa madre. Así como cuando mi padre me dijo quiero que me ayudes a vivir lo que me queda por vivir y lo ayudé a vivir lo que el quiso vivir. Un Abrazo.

viernes, junio 02, 2006

Hola Amigos.

Hola Amigos, Gracias por tan lindas palabras recibidas tanto en la web como por correo, gracias. La verdad es que hubo mucho silencio seguramente lo necesitaba y me lo mandaron de arriba. Han pasado varias cosas como por ejemplo me asaltaron en Tacna hace como un mes y medio, me tiraron los aros rompiéndome el lóbulo, andaba con mi hijo y me bloqueé totalmente, por proteger a mi hijo no grité ni tampoco sentí dolor. Me vine rápidamente y llegué a Arica a la Clínica me suturaron y armaron el lóbulo. Internamente quedé muy mal, estuve días sin dormir, después de dos días sentí dolor, etc. etc. perdí confianza, pero la he ido recuperando gracias a Dios. Fueron momentos muy difíciles, sentir que te sorprenden tan abruptamente, es horrible. Confío en el aprender de cada día, momentos que nos sirven para reflexionar y darnos cuenta que nada es casualidad, siempre está la causalidad. Ya estoy mejor, les mando un abrazo con mucho cariño,