martes, septiembre 13, 2005

Gracias, estoy aquí.

Era un día de júbilo, tranquila, contenta, las 11,00 de la mañana del 7 de Septiembre del 2005, un día como tantos otros….; sin embargo, sentí que algo se desprendía de esta tierra, de este plano, comencé con un pequeño dolor al pecho, me costaba respirar y en instantes sentía que no tenía aire, mis compañeras de trabajo, abrían la ventana, me echaban aire, comencé a transpirar como nunca lo había hecho, mi pelo mojado, mi cara mojada, mi polera mojada, sentía ahogo, dentro de todo escuchaba como mis superiores llamaban a la Posta, no había ambulancia, sentía a lo lejos la desesperación de ellos, sentía dentro de mi ser, mi propia desesperación, en un correr de segundos sentía, recorría mi vida, veía a mi Hijo, en esos instantes en el colegio, a mi Madre en su casa, mi Hermana trabajando. Sentía que no podía ser esa la realidad, mas no podía respirar, sentía falta de oxígeno, me decía en esas fracciones de segundo que debía superarme, comencé a tranquilizarme, comencé a respirar muy fuerte, como bombeando fuerte, me costó mucho, sentía el dolor al pecho cada vez con más intensidad, el dolor no pasaba.
Luego, comencé a sentir aire, sentía algo de respiración, sentí que podía respirar, hasta que lograron sacarme de mi cuerpo tieso para tenderme en un sillón, luego… respirando, pero con mucho dolor llegué a Urgencia, rápidamente y gracias a Dios que estaba mi médico de cabecera, rápidamente un electrocardiograma, con resultados óptimos, la presión óptima. ¿Qué sucedió?, Me sentí nada en este mundo, nada, absolutamente nada. Ya estamos a 13 de Septiembre del 2005 y aún me lo pregunto, no tengo respuesta. Sigo preguntando ¿qué ocurrió? Que debo aprender? Hoy doy gracias a mis compañeras de oficina, a mis superiores, a su entrega, a su amor desinteresado, al apoyo. Gracias de corazón y Bendiciones para todos ellos.

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